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"No por ser muchos descubriréis la verdad, ni ahogaréis la razón porque gritéis unidos"

Rabindranath Tagore

domingo, 25 de marzo de 2012

El bolso de Loewe

Adoro las películas de terror, y si son del subgénero que podríamos denominar “casquería”, más todavía. ¡Qué se le va a hacer! me va el ketchup. Mucha gente se asombra por mi mal gusto, pues bien, tras ver el anuncio del bolso de Loewe destinado a los jóvenes (¡?), ya tengo argumentos para rebatir a quien ose criticar mis debilidades cinéfilas: “Si te parecen asquerosas mis películas de terror, prueba a ver el nuevo anuncio de Loewe y verás lo que es realmente repugnante”.

Participante del casting


Entiéndeme, el anuncio en sí no es desagradable, lo es la idea que nos presenta. Sus protagonistas son un puñado de jóvenes provenientes, en algunos casos, de lo que los cursis denominan la “gauche divine”, vamos, lo que viene a ser la izquierda adinerada y elitista (impresionante la contradicción) que puebla, satura e incluso obstruye este país. El diálogo es en realidad una sucesión de comentarios de lo más superficial y bobalicón que puedas imaginar. Todo ello para presentar un bolso de la casa Loewe pensado para jóvenes de sus edades (veintipocos años). El bolsito de marras cuesta nada, una fruslería, unos 1.600 euros. ¿Qué joven español no puede hoy en día permitirse este caprichito?

Evidentemente la lumbrera que pergeñó el anuncio sabía muy bien lo que hacía, quería que se hablara de él y lo ha conseguido con creces, lo de menos es que se hable bien o mal, sino que se hable. Estoy por preguntarle a J, el repartidor de 23 años del supermercado que suelo frecuentar qué opina del tema, si se siente identificado con los personajes que aparecen en el anuncio, si se anima a comprar el bolsito asequible para jóvenes de Loewe… total, es aproximadamente el sueldo de dos meses lo que necesita para comprarlo. Si no lo quiere para él que se lo regale a su madre, parada y sin subsidio, que la va a hacer mucha ilusión.

Afortunadamente conozco bastantes jóvenes de esa edad y puedo asegurar que son normales y sanos, que tienen los pies en la tierra y son bastante menos simples. Quiero pensar que los protagonistas del anuncio están representando un papel que les han asignado, que no son tal como se muestran y que en realidad poseen el cerebro que se empeñan en esconder.

Mi amiga MJ me dijo que probara a verlo quitando el sonido. Pero mi mente ya ha establecido una relación entre esas imágenes y la imbecilidad, así que no hay remedio. El anuncio representa la banalidad y la superficialidad llevadas a un grado extremo, en el que a los jóvenes se les dice que, si tienen dinero (claro está) no importa que tengan la capacidad mental de una ameba, serán muy “guays” porque tienen dinero.

Me choca que una marca tan seria y prestigiosa como Loewe, y que siempre tuvo buen gusto, haya aprobado semejante bodrio, por eso, y tratando de ser bondadosa, se me ocurre pensar si no lo habrán hecho aposta, si en el fondo este anuncio no es más que una parodia absurda para despertar el interés de la gente, que tal vez pretende ironizar sobre la forma de ser de determinado tipo de personas. Espero que sea así, porque de lo contrario, este grupito de jóvenes va a conseguir que reivindique a Tamara Falcó o Carmen Lomana como modelos a seguir y a Paquirrín, o como quiera que se llame ahora, como filósofo de cabecera. Al menos son más auténticos en lo suyo.

En cualquier caso he decidido que esta noche veré por enésima vez “Amanecer de los muertos” que me parece más creíble, más natural y menos asquerosa. Y además, sé con seguridad que se trata de una ficción.

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