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"No por ser muchos descubriréis la verdad, ni ahogaréis la razón porque gritéis unidos"

Rabindranath Tagore

lunes, 28 de noviembre de 2011

Tres. Manuel Hidalgo

Rara vez coincido con el periodista y escritor Manuel Hidalgo, es una persona con la que no logro sintonizar, ni mucho ni poco. Aún así, me gusta su forma de escribir, directa y clara, por eso, siempre que cae en mis manos el periódico el Mundo leo su columna, después de haber devorado con avidez la de Raúl del Pozo, por supuesto, tengo mis prioridades. El día 29 de octubre publicó un artículo titulado “Tres” que me pareció un diagnóstico muy fino y acertado del estado actual de la sociedad española

“Quizás ya sea hora de revisar la nomenclatura de las tres Españas, popularizada por Antonio Machado y palpable en los tiempos de la Guerra Civil. Propongo unificar las dos Españas extremas de entonces en una sola. Ahora, no importaría tanto la adscripción ideológica como la actitud y el carácter. Esa España estaría formada por españoles agresivos, tajantes, excluyentes y dogmáticos, españoles que no ven nada bueno en quien piensa y actúa de manera distinta. Que no ven nada bueno en general, que sólo se ven bien a sí mismos, cargados de razón, soluciones e ideas verdaderas que estarían encantados de imponer a los demás, aunque los vigentes usos democráticos les llevan a disimular ese deseo.

No sabría concretar cuántos españoles de aquí y de allá integran esta España, pero siendo una minoría muy amplia, se deja notar mucho, pues lleva tiempo tratando con estrépito de autodevorarse y de devorar a quienes consideran indecisos o tibios.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Veinte años sin Freddie Mercury

Hoy me he levantado melancólica y mustia. Me ha dado por pensar, y eso en mí, suele ser terrible. He recordado la efeméride. Han pasado ya 20 años ¡qué barbaridad! Recuerdo ese día como algo francamente triste. Para mí Freddie Mercury no solo era uno de los mejores cantantes de todos los tiempos, sino una personalidad única, irrepetible. Freddie no se parecía a nadie, solo a sí mismo. Era una amalgama de mil influencias que entremezcladas dieron un resultado prodigioso. Para mí casi era un ser no humano, rozaba la divinidad, pero ya ves, algo tan triste y terrenal como una enfermedad se lo llevó por delante.



Cómo habría evolucionado, musical y personalmente, de haber vivido, es una auténtica incógnita; se abre un infinito abanico de posibilidades si se quiere pensar en ello. Pero estoy segura de que seguiría en primera línea, tal vez en estos años habría tenido que reinventarse varias veces, pero para él eso no constituía ningún problema, muy al contrario, mudaba de piel siempre que quería o lo necesitaba y, aún tan distinto, no dejaba de ser él. No todos los artistas mutan con tanto éxito y sin perder su mismidad.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta al señor Anguita

No siempre he estado de acuerdo con usted. Cuando estaba en la política activa, había cosas con las que me identificaba y otras con las que no, me resultaba imposible. Me gustaban, eso sí, sus maneras tranquilas y habitualmente correctas. Era agradable oírle, aunque no coincidiese con su criterio en muchos temas, por su forma suave de explicar las cosas, sin gritos, sin exabruptos, sin insultos, sin amenazas apocalípticas. Todo aquello queda muy lejos de lo de hoy.
No milito en ningún partido, nunca lo he hecho, ni siquiera simpatizo con uno en concreto. Me gusta escuchar las declaraciones de los políticos de las distintas tendencias y luego contrastar, con el paso del tiempo, la consistencia de lo que dijeron. Ahora, gracias a internet es muy fácil hacerlo. ¡Qué poquitos se salvan! La desmemoria y la desvergüenza caminan de la mano en el panorama político español.

Una de las cualidades que más valoro en las personas es la coherencia, la armonía entre lo que dicen y lo que hacen. Aquellas personas que viven en consecuencia con lo que predican tienen mi admiración, aunque no comparta sus ideas. Y eso es algo que resulta difícil de encontrar. Muchos de los que se dicen de izquierdas, son un claro ejemplo de incoherencia. No hay más que otear el horizonte público.

lunes, 14 de noviembre de 2011

España, país de pícaros

La corrupción es uno de los males endémicos de este país, pero también lo es la hipocresía. La inmensa mayoría de los españoles se escandaliza llevándose las manos a la cabeza por los casos de políticos que, de vez en cuando, a cuenta gotas y según convenga, destapan algunos periódicos. Por supuesto que son hechos que generan vergüenza e indignación a partes iguales, y que sobre todo dicen muy poco en favor del sistema político que vivimos, que a veces parece fomentar y proteger al pícaro.
Hace no mucho leí un artículo del genial Pérez Reverte, en el XL Semanal, que establecía una inspiradora relación entre el Buscón y la forma de ser del español. Y yo estoy convencida de ello. El pícaro es el prototipo más extendido en este país. El listillo, el que roba, engaña y miente es aplaudido, bien mirado y admirado. Se empieza desde la más tierna infancia, en el colegio. En otros países el que copia en un examen es rechazado por sus compañeros, ven ese acto como una auténtica bajeza, aquí no, al contrario, es el más guay de la clase. Esa es la mentalidad.


Nos indignan los políticos con sus corruptelas y amiguismos, pero como se suele decir, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. A menor escala, el ciudadano de a pie no es mucho mejor que el político ¿No me crees? Te voy a dar algunos ejemplos.
Muchos trabajos profesionales se hacen sin IVA, es algo habitual en las reformas, en servicios tipo fontanería, jardinería, electricidad, informática…

martes, 8 de noviembre de 2011

Otra mentira más... hoy toca en educación

Me había prometido a mí misma no volver a hablar de ellos, de los políticos y esa pantomima falaz denominada campaña electoral. Pero no lo he podido evitar. Me indigna la facilidad con la que mienten, a diario, en todo y a todos, pero más aún me indigna que nadie tenga el valor, la cordura de callar sus bocas. Esta vez ha sido el señor Pérez Rubalcaba que ante mi sorpresa, declara que la educación concertada la creó el PSOE ¡Y se queda tan tranquilo! Y lo peor es que una mentira tan grande no encuentra una respuesta contundente. Lo que digo siempre, tenemos la clase política que nos merecemos.
Hay muchos temas que se me escapan, especialmente en asuntos de economía; me resulta difícil saber si se miente o no, porque son materias resbaladizas, que hacen uso de términos técnicos que no entiendo. Pero que un señor venga a decirme algo que por experiencia propia sé que no es verdad, me llena de indignación y no hace sino confirmar lo que ya sabía de este personaje: que miente y mucho.


Comprendo que mucha gente joven, que ha nacido en la década de los ochenta o posteriores, no lo ha vivido, pero yo ya tengo unos cuantos años y los mandatos del señor Felipe González y compañía me pillaron con edad suficiente para enterarme de las cosas, otro tema es que me interesase. A aquellos que son más jóvenes, les puedo asegurar que yo, nacida a finales de la década de los sesenta, estudié todo lo que era la E.G.B. (Educación General Básica), es decir, los ocho cursos de enseñanza obligatoria por entonces, en un colegio concertado. Sí, concertado.



domingo, 6 de noviembre de 2011

El fin del mundo: el debate del 7 de noviembre

Se acerca el día D, la hora H, el minuto M y el segundo S. Ríete tú del 11 del 11 del 11. El lunes 7 de noviembre se cumplirán todos nuestros sueños, se paralizará el país por completo para asistir a uno de los eventos más esperados de esta nuestra campaña electoral: EL DEBATE. Los dos máximos aspirantes a presidir este país: Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy Brey, expondrán ante millones de espectadores sus respectivos programas electorales, debatirán entre ellos sobre los temas más relevantes y, siempre de forma gentil y respetuosa, mostrarán a los votantes sus distintas propuestas para resolver los problemas más acuciantes. Aquellos electores que aún se sientan indecisos, sin duda, una vez que conozcan los programas de ambos candidatos, podrán decantarse con toda seguridad hacia una u otra opción.
Bueno, pues esto es más o menos lo que se nos vende. A estas alturas de la película, ya conocemos cómo son realmente los debates electorales televisivos. En primer lugar se maneja la cifra de 500.000 euros para costear el evento. No está mal, ¡como nos sobra!.

¡A saber de qué hablan!

Sinceramente no sé si lo voy a ver. Me da la sensación de que estos debates televisivos son una absurdez retórica, dudo mucho que una persona indecisa pueda aclarar sus ideas. Tenemos ya muy vistos a los candidatos, en realidad llevamos muchos meses sufriendo esta campaña electoral y las aportaciones tanto de uno como de otro dejan mucho que desear por una sencilla razón, y es que ninguno de los dos dice lo que tiene pensado hacer si gana las elecciones.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cada deficiente mental con su eufemismo- Daniel Samper Pizano

Desde hace muchos años, en concreto 20, guardo este recorte. En su día me pareció divertido y exagerado, nunca pensé que pudiera llegarse a esos extremos. He de reconocer que el autor, Daniel Samper Pizano, mostró una clarividencia increíble, pero se quedó corto, la fiebre por el eufemismo que nos asola desborda todas las expectativas, tanto de quien escribió este artículo como de servidora, que lo leyó, lo encontró muy lúcido y por eso lo archivó en su carpeta multi-cosas. Comparto contigo este texto como curiosidad, porque la corrección política en el lenguaje (y en el pensamiento) es tan brutal que seguramente hoy este escritor no se habría atrevido a escribir un artículo con este contenido. Sólo hay algo peor que la censura, la autocensura.
“Si algo admiro de la Organización Nacional de Ciegos no son su poder ni la obra social que lleva a cabo. Sino que se llame así, sin tapujos y sin misterios: de Ciegos. Ellos, y los matadores de toros, son unos de los pocos ciudadanos que se han resistido a esa ola ridícula que busca reemplazar con un eufemismo rosado la palabra que sirve ahora y sirvió siempre para designar una situación dolorosa o profesión polémica.
Sean Connery, un famoso ex cabelludo

Cualquiera que se dé a la tarea de leer la prensa, escuchar la radio y ver televisión, se dará cuenta de que en este país han desaparecido las personas con defectos físicos y los oficios elementales. Aquí ya no quedan más ciegos que los de la ONCE: los demás son invidentes o disminuidos visuales. Tampoco hay cojos, mancos ni locos. Los primeros se llaman minusválidos, los segundos discapacitados y los terceros deficientes mentales.