Rara vez coincido con el periodista y escritor Manuel Hidalgo, es una persona con la que no logro sintonizar, ni mucho ni poco. Aún así, me gusta su forma de escribir, directa y clara, por eso, siempre que cae en mis manos el periódico el Mundo leo su columna, después de haber devorado con avidez la de Raúl del Pozo, por supuesto, tengo mis prioridades. El día 29 de octubre publicó un artículo titulado “Tres” que me pareció un diagnóstico muy fino y acertado del estado actual de la sociedad española
“Quizás ya sea hora de revisar la nomenclatura de las tres Españas, popularizada por Antonio Machado y palpable en los tiempos de la Guerra Civil. Propongo unificar las dos Españas extremas de entonces en una sola. Ahora, no importaría tanto la adscripción ideológica como la actitud y el carácter. Esa España estaría formada por españoles agresivos, tajantes, excluyentes y dogmáticos, españoles que no ven nada bueno en quien piensa y actúa de manera distinta. Que no ven nada bueno en general, que sólo se ven bien a sí mismos, cargados de razón, soluciones e ideas verdaderas que estarían encantados de imponer a los demás, aunque los vigentes usos democráticos les llevan a disimular ese deseo.
No sabría concretar cuántos españoles de aquí y de allá integran esta España, pero siendo una minoría muy amplia, se deja notar mucho, pues lleva tiempo tratando con estrépito de autodevorarse y de devorar a quienes consideran indecisos o tibios.